Blog de la profesora Hilda
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lunes, 18 de mayo de 2020
miércoles, 6 de mayo de 2020
ACTIVIDADES
MAYO 6
CIENCIAS NATURALES
Observar lo vídeos
páginas 31 32 33 y 34
entrega el miércoles 13 de mayo
MATEMATICAS
PÁGINAS 50 Y 51
martes, 5 de mayo de 2020
jueves, 30 de abril de 2020
ESPAÑOL
Ver el vídeo y leer.
hacer un dibujo del cuento
LA
LIEBRE Y LA TORTUGA
En el campo
vivían una liebre y una tortuga. La liebre era muy veloz y se pasaba el día
correteando de aquí para allá, mientras que la tortuga caminaba siempre con aspecto
cansado, pues no en vano tenía que soportar el peso de su gran caparazón.
A la liebre le
hacía mucha gracia ver a la tortuga arrastrando sus gordas patas, mientras que
a ella le bastaba un pequeño impulso para brincar con agilidad. Cuando se
cruzaban, la liebre se reía de ella y solía hacer comentarios burlones que por
supuesto, a la tortuga no le parecían nada bien.
– ¡Espero que
no tengas mucha prisa, amiga tortuga! ¡Ja, ja, ja! A ese paso no llegarás a
tiempo a ninguna parte ¿Qué harás el día que tengas una emergencia? ¡Acelera,
acelera!
Un día, la
tortuga se hartó de tal modo, que se enfrentó a la liebre.
– Tú serás
veloz como el viento, pero te aseguro que soy capaz de ganarte una carrera.
– ¡Ja, ja, ja!
¡Ay que me parto de risa! ¡Pero si hasta una babosa es más rápida que tú! –
contestó la liebre mofándose y riéndose a mandíbula batiente.
– Si tan segura
estás – insistió la tortuga – ¿Por qué no probamos?
– ¡Cuando
quieras! – respondió la liebre con chulería.
– ¡Muy bien!
Nos veremos mañana a esta misma hora junto al campo de girasoles ¿Te parece?
– ¡Perfecto! –
asintió la liebre guiñándole un ojo con cara de insolencia.
La liebre dando
saltitos y la tortuga con la misma tranquilidad de siempre, se fueron cada una
por su lado.
Al día
siguiente ambas se reunieron en el lugar que habían convenido. Muchos animales
asistieron como público, pues la noticia de tan curiosa prueba de atletismo
había llegado hasta los confines del bosque. Una familia de gusanos, durante la
noche, se había encargado de hacer surcos en la tierra para marcar la pista de
competición. La zorra fue elegida para marcar con unos palos las líneas
de salida y de meta, mientras que un nervioso cuervo se preparó a conciencia
para ser el árbitro. Cuando todo estuvo a punto y al grito de “Preparados,
listos, ya”, la liebre y la tortuga comenzaron la carrera. La tortuga salió a
paso lento, como era habitual en ella. La liebre, en cambio, salió disparada,
pero viendo que le llevaba mucha ventaja, se paró a esperarla y de paso, se
burló un poco de ella.
– ¡Venga,
tortuga, más deprisa, que me aburro! – gritó fingiendo un bostezo – ¡Como no
corras más esto no tiene emoción para mí!
La tortuga
alcanzó a la liebre y ésta volvió a dar unos cuantos saltos para situarse unos
metros más adelante. De nuevo la esperó y la tortuga tardó varios minutos en
llegar hasta donde estaba, pues andaba muy despacito.
– ¡Te lo dije,
tortuga! Es imposible que un ser tan calmado como tú pueda competir con un
animal tan ágil y deportista como yo.
A lo largo del
camino, la liebre fue parándose varias veces para esperar a la tortuga,
convencida de que le bastaría correr un poquito en el último momento para
llegar la primera. Pero algo sucedió… A pocos metros de la meta, la
liebre se quedó dormida de puro aburrimiento así que la tortuga le
adelantó y dando pasitos cortos pero seguros, se situó en el primer
puesto. Cuando la tortuga estaba a punto de cruzar la línea de meta, la liebre
se despertó y echó a correr lo más rápido que pudo, pero ya no había nada que hacer.
Vio con asombro e impotencia cómo la tortuga se alzaba con la victoria y era
ovacionada por todos los animales del bosque.
La liebre, por
primera vez en su vida, se sintió avergonzada y jamás volvió a reírse de
la tortuga.
Moraleja: en la vida hay que ser humildes y tener en
cuenta que los objetivos se consiguen con paciencia, dedicación, constancia y
el trabajo bien hecho. Siempre es mejor ir lento pero a paso firme y seguro. Y
por supuesto, jamás menosprecies a alguien por ser más débil, porque a lo mejor
un día te hace ver tus propias debilidades.
MATYEMATICAS . PÁGINAS 48 Y 49
miércoles, 29 de abril de 2020
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